jueves, 30 de junio de 2011

A mano, en pie



Define mis pasos, sé ya la fobia a lo oscuro,
corres tras las marcas que guardo
bajo las pupilas que abrigan mis párpados,
¿te suena inverso?

No sé qué hacer…se vierte una idea
irrazonable, quizá sea mejor parar…
no podremos continuar, trae muerte
o más vida; me confundes.

Quizá la calle se cruce al encontrarnos
de nuevo sentados en el suelo midiendo
pasos incrustados que nos abracen tan de lejos,
me duele no saberte y que me sepas.

Vamos por un solo color
aunque lo monocroma de las luces
inicien su alimentación de nuestros cerebros.
¿Estamos a mano? ¿Seguro de continuar?

Tenemos una encrucijada directa,
de “frente a frente”, me ves, te dirigen mis huellas
a mi mente criminal, ¿me conoces desde cuándo?
¿De qué se trata la parodia esta vez?

Sobran tiempos, hay misericordia aún…
hay historias, ¿crees en estas?
Nubes de febrero, quizá equivocaciones,
direcciones, acciones, fechas.

La grama se intensifica al profanarle,
se contamina la histeria y me buscas
nuevamente, hoy no estoy, decidí
dar sitios libres de vez en vez.

Estas genéticas entrecruzadas
con el análisis de mi interior te va matando,
lentamente experimentas de lejos,
muy de cerca.

Una vez más, dos por hoy,
concluyamos, siento ciertos temores,
esto no acaba ni finalizando,
tiendo a ser presa, hoy te soy directa.

Juguemos una noche más a no dormir
en pie, vigílame los pasos, cuéntalos,
de cinco en cinco, quizá de seis en seis…
más uno, menos uno, no sé cómo quieras.

No te darás por vencido quizá,
te lo digo en pocas palabras:
yo tampoco y jamás.
Hoy pongo punto y seguido, mañana veremos.

Shirley Romero

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