martes, 31 de julio de 2012

Rito a la nueva luz



Cae la oscuridad en la luz,
el hombre da tres pasos,
muere, descansa, se deja llevar.

 Un hombre de hueso
zumba sus pies en la puerta,
la piedra no se corre, vive.

Un retumbo nace en la sien de mi hombre,
mi maestro,
mi seguidor,

 ¿qué pasa ahora?
Caen las lunas en este año,
caen inviernos, caen veranos.

Lo bueno atándose de la mano a lo malo,
a lo oscuro, lo claro,
lo iluminado en muerte de paz.

Van cien días, está de nuevo
el gran hombre reñido con un profano
de la luz solar del universo mismo. 

Caen las tres del atardecer,
caen tus pies, mis manos,
cae el grande,

nacen los huesos
del hombre,
nace su carne disgregada.

 Vamos juntos, ustedes,
hermanos, yo he de seguirlos,
de cuando en vez.

Ya va la luz tocando el olimpo,
el hombre con la última esfera
en su cuerpo imperfecto. 

Sigamos cantando, faltan muertes,
faltan vidas, faltan puertas
que abrir, cerrar.

Noche de luz, luz tragando
oscuridades remotas,
de hoy, de ayer, de toda la vida.

Shirley Romero