viernes, 17 de junio de 2011

Viernes de atrapa-sueños



Busca en mi pecho la salida
de tales imágenes nocturnas
de silencio y verdad.

Es ahí donde te diré
que estás atrapándome,
en corta palabra.

Estos mil sueños
que roban tus cielos
al pensar.

Van de la mano
tal y como vamos,
alma y sangre.

Hoy, viernes,
te canto en versos
intensos un “gracias”.

Sueña que te atrapo
y conviértete
en mi atrapa-sueños.

Deja un beso que dure
ocho días,
deja un silencio que me haga soñar.

Soñemos trovador, soñemos,
desde lejos, desde cerca,
este viernes.

Toma mi pulso y el sexto sentido
se vuelva octavo
por este atrapa-sueños.

Shirley Romero

jueves, 16 de junio de 2011

Luna-azul



“No por ojos azules sino por ojos luna-azul”.

Soplemos rosas, hoy es día de norte;
besemos los silencios, besemos ese sol
que no miente.

La luz envuelve el corazón,
esa luz luna-azul,
esa luz de tus ojos pastel.

Pido tiempo al viento,
que no deje olvidar tu aroma
este dieciséis de seis y mañana de dos.

Hoy me sale de alma,
se viste de rosa un mundo
cuando tocamos el faro de su cuello.

Vuelve a sentir miedo, yo sentiré
en seis dos, un dieciséis y un diecisiete,
ese brillo de tus ojos luna-azul.

Recuerdo ese muro escrito,
frase corta, respuesta aún más corta,
guardando silencio para iniciarle juego a la vida.

Ellos no me verán igual…
ya me saben, o, ya me sabe,
qué sé yo, ambos sabemos.

Siempre implico el tema,
espérame para salir, caigamos
en el núcleo del mes sexto.

No encuentro manera alguna
de olvidarte, olvidarme, olvidarnos,
ojos de luna-azul.

A dos de un diecisiete,
a un paso de mirarte y nuevamente
soltar el abrazo intacto que detiene tiempos.

Escribiré un aire que te tome hasta el final,
quiero ver si llueve,
el camino será largo para caminar.

Hoy te tengo de por vida,
me tienes, nos tenemos,
tendremos ojos luna-azul.

Shirley Romero

miércoles, 15 de junio de 2011

Por si entendieras



(En este passage du silence)

Quiero un reloj sin tiempo,
regalarte el campo del universo.
Quiero un camino largo
y poder no-caminar.

No es suficiente creer,
esto puede suceder.
Despertemos una vez más,
se vale soñar despiertos.

Ya no hay sueños,
todo se cumple,
hablemos en frases que,
de todas formas, nadie entenderá.

Y ¿aún me entiendes al leerme?
Esta vez no te escribo a ti,
no le escribo a él, no me escribo,
esta vez: escribo.

Esta melodía te confunde,
miro esos extraños movimientos
que levemente lo encadenan
y vas jugando con sus sabidurías, ya lo sé.

Esta vez no me quedan ganas
de ser directa.
Los abrazos se llevaron la noche,
hoy pienso en ambos, ¿seguimos el juego?

En mi mente ya nada es igual,
cabe pensar que me piensas
no sé por qué.
Tengo nombre, lo sabes, en fin, en fin.

Mírate, ya no nos sentamos al lado contrario,
¿me entiendes la frase subliminal?
No sé cómo serte directa si con acertijos
me sigues comprendiendo, ya no sé.

Hoy mejor no escribo,
me quedo con las manos mudas,
el silencio de alma a veces hace pensar
en ese oscuro trayecto de salir de este mundo.

Mira, ¿cómo te diré?
a veces se llora en silencio
pero comprendes esas lágrimas
y él más-¿él?-dirás; prefiero que descubras.

Este es mi juego mental
ya que te leo sin haberte visto
ni en los rumbos extraños
de este enfermizo mundo.

No viniste, esta vez no,
no sé, señor, no sé…
de esto se trata el escribir
no el escribirte, esta vez no entenderás nada.

Te dejo con la duda:
¿a quién le escribo?
Lees nuevamente mi escondite
pero esta vez no, esta vez no.

Shirley Romero

domingo, 12 de junio de 2011

Fin de la búsqueda



Te siento en mis sueños tomando el te,
me levanto a desarrollar un plan maestro.

Dos lunas en este universo, colgantes,
irrumpen este sueño real.

He perdido el sentido
de seguir buscando, todo lo encontré.

No podré guardar silencio de este sentir,
descubro que me abandonó la antigua razón.

Soy atracción de pasajero, pero esta vez
el forastero quedó frente a mis labios.

Dicen que la vida perdida en felicidad
no es vida, acá estamos para sufrir juntos, si toca.

La historia sigue, no queda más qué decir.
Dame un lugar en tu corazón de mundo interno.

Sintamos esta vez, esta vez por siempre,
me voy, no vuelvo más, me voy a tu alma.

La vida dio lo mejor de sí, me habló al oído,
puso en mis manos su caballero perfecto.

Hoy solo pienso, quise una vez amarte,
hoy, te amo, trillado pero real.

Hay un hombre perfecto,
caminando por las calles; fin de la búsqueda.

Shirley Romero