martes, 7 de junio de 2011

Jazz nocturno



Este jazz será nocturno por un amor epíteto
se vuelve en almas de árbol; así inicia la historia.

Llamas por equivocación,
cuelgo tres veces y contesto sin querer.

Armas un escándalo entre mis silencios
y tan solo respondo sobre mi ciudad.

Ríes a carcajadas y un tanto nerviosa
me abrumo por primera vez ante alguien.

Creas un alma de árbol en mí, sueño con saberte
cada día y tan solo es primer noche de jazz.

Este oráculo sinfónico que entrecruza
estas paredes de nuestras almas, formó vicio.

Siguiente mañana: llamas, ya sin equivocación,
aún con pena, yo con nervios.

Un silencio transoceánico
de tres horas por mañana, risas, historias, más vida.

Germinaban las canciones, las que soñaba,
te bañaban mis poemas y ese reloj de arena se detuvo.

Aún te bañan mis palabras,
sugieren tu nombre ante todo.

Bailemos de por vida este rumbo
que da el jazz nocturno, mi amado.

Hoy te escribo, mientras el vendaval
transcurre por nuestros cuerpos.

Tenemos secretos, ideas, sueños,
metas, realidades…vivamos.

Quizá me llames equivocadamente una vez más,
querré bailar contigo de por vida…

(este jazz que apenas nace).

Shirley Romero

Conocimiento regular



Una película sabe hacerme llorar,
después de respirar,
no quiero volver a hablar.

Coleccionemos esas cartas,
no olvidemos ya
las mañanas de charlas.

Ando silbando entre princesas,
los silencios me cuelgan al verles fumar,
no quiero volver a hablar.

Qué alegría más tonta
verte marchar,
te viví como una idiota, aún te vivo.

Mi cabeza vuela en este rango
de márgenes y qué bueno tenerte,
cada día, en esta música de soles.

Un trago pasional de semana
no sale de mí, los tres estamos mal, es este crimen
en el que ninguno deberíamos jugar.

Perdamos el ritmo,
no me importa ser enemigo,
no es mi plan maestro.

Harta de no soñar,
todos somos iguales,
todos tenemos algo que ocultar.

Están a salvo tus palabras,
por hoy, por siempre,
por la vida.

Una vez más demos todo,
que nos sobre respirar,
yo te cuido.

Miremos las dudas con la espalda,
refrenemos su dolor,
somos dos para uno.

Estas músicas se intensifican,
todo, poco, todo es poco,
no es magia, soledad, silencio.

No rompas mi cabeza,
esto no es de tristeza,
son solo muros que sobrepasar.

No necesitamos mediocridad,
no es de armas, es de paz,
ya no permito dogmas marchitos.

Esto se basa en la música
de nuestros ojos, Esa luz constante
e inmovible que critica el hombre.

Vayamos a un más allá
por estas semanas rotas, más los velos
del cuerpo han de caer desnudos.

Shirley Romero

lunes, 6 de junio de 2011

Enredos al dormir



Los dragones de mis barcos van muriendo
y vos dormís a destiempo.

Es insuperable escribir una canción
a ver qué sale, ojos cansados tras cristales.

Queda una noche para amar más,
el último baile, quizá el primero, es un juego mental.

Tomás mi mano, enredo las frases,
versos, como querás ver, yo solo escribo.

Estamos ciegos, viajamos en trayectos
de mil veces, todos tienen celos.

Nos diluyen el magma de mis mentes,
ya van cien mentes en un ciclo de segundos.

Sí, supongo en entre susurros te reís
de mis palabras en conjunto, rudas.

Tomo un café que jamás ha de apetecerte,
lo odiás y ¿qué haré yo? Morir, será.

Canto una pieza de garganta hacia adentro,
sin que me escuchés ya la cantás.

La cama da mil vueltas
y nuestra cabeza va a compás.

El secreto nos persigue,
la mesa está preparada, hay vino por hoy.

En lo menos esperado,
ten paciencia.

Dormí, hoy estás cansado,
el día inició a oscuras, yo aún dormía.

No querés nada,
solo bailar por siempre este tango de azul.

Cierro mi boca, vos los ojos,
cae la noche, vayámonos.

Shirley Romero