sábado, 30 de julio de 2011

En tu pecho protegido



A alguna hora de algún día he de escribirte
las palabras remotas para esas horas
que pasamos pensando en un no sé.

Hoy me vinieron las ganas de escribirte
y colgarlo de tu pecho protegido
por mis ojos que van viendo tu luz.

Los segundos que vivimos
mientras se moría el espacio
que nos ha apartado en el perfil de la vida.

Te elegí para entregarte mi sangre,
todo dolor, toda alegría,
toda oscuridad, todo sol.

Se empañan mis ojos al marcharte
y correr tras lluvias de pueblo pero nuestro
reloj no se detendrá, así nos lleve la vida.

Juro ignorar la angustia y mirarte día a día
en mi alma que te suplica, solo una rosa
que clave sus espinas en nuestra memoria.

Este porvenir que nos rompe la espalda
no cobrará vida por siempre, es una prueba más
para existir en las cavidades del año.

Sembremos estas manos en la escena
de este mundo llevadero,
no podrá soltarnos, no podrá marcarnos.

Déjame pensarte un día más
y luchar contigo, por ti, por él, por mí,
por este mundo que toma pies e inicia camino.

Shirley Romero

domingo, 24 de julio de 2011

No un silencio, sí un mañana



Este collar de mares,
que teje en tus labios
una canción,
hace de nuestras vidas
cada noche, cada sol,
un cometa de ilusión.

El deseo más profundo
de vernos llegar
sin que exista entrada.
A veces me cuesta
aceptar el frío de esta lejanía,
quiero que hoy sea mañana.

Se puede separar la vida real
de la ficticia, llámame hoy,
formemos nuevamente
ese mañana que soñamos
a través de los mil cuentos
que él te cuenta al oído.

Ese trovador que te duerme
entre sus ojos luna de vida eterna,
me marca el camino a tu lado,
no nos perderemos nunca más
y aunque hoy no entiendas
mis palabras, mañana será mañana.

Vi las luces al otro lado del cielo,
creo que estamos cerca,
falta poco y mucho
pero pronto ha de ser mañana,
estamos a suspiros de tomarnos
de las manos y viajar por siempre.

Hoy lloro una tarde más,
entre este domingo lejano,
por medio de canciones
que nos unen, se teje el lazo
más fuerte y no somos solo
un silencio, sino un mañana.

Shirley Romero