domingo, 10 de abril de 2011
Tango nocturno
Deja el tango para esta noche,
mírame y sostiene mi mirada
en tus lustros.
Hoy es la hora que repite
ese preludio en tango
que persigues en mis labios.
Detente y refrena el sentido
que despejan los lapsos
de esta pieza.
Tómame la espalda en un sorbo
y deja que Gardel suba ritmo
en las paredes.
Hoy se acortan mis palabras
pero deja el tango para esta noche,
deja que esos mercurios de sol
bailen por nuestra sien,
roben el amanecer
por la esquina de la última tonada
y róbame el beso más intenso
tratando de romper el hielo,
enseñándome a morir
para iniciar la vida.
Shirley Romero
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