A alguna hora de algún día he de escribirte
las palabras remotas para esas horas
que pasamos pensando en un no sé.
Hoy me vinieron las ganas de escribirte
y colgarlo de tu pecho protegido
por mis ojos que van viendo tu luz.
Los segundos que vivimos
mientras se moría el espacio
que nos ha apartado en el perfil de la vida.
Te elegí para entregarte mi sangre,
todo dolor, toda alegría,
toda oscuridad, todo sol.
Se empañan mis ojos al marcharte
y correr tras lluvias de pueblo pero nuestro
reloj no se detendrá, así nos lleve la vida.
Juro ignorar la angustia y mirarte día a día
en mi alma que te suplica, solo una rosa
que clave sus espinas en nuestra memoria.
Este porvenir que nos rompe la espalda
no cobrará vida por siempre, es una prueba más
para existir en las cavidades del año.
Sembremos estas manos en la escena
de este mundo llevadero,
no podrá soltarnos, no podrá marcarnos.
Déjame pensarte un día más
y luchar contigo, por ti, por él, por mí,
por este mundo que toma pies e inicia camino.
Shirley Romero
Hermoso, ciertamente el mar está de resaca pero su amor es infinitamente mas poderoso. Ustedes son seres increíbles, tan increíbles como el amor que profesan.
ResponderEliminarUna prueba para tres, familia de ases en todo sentido.
Ya pasará la tormenta, ciertamente el universo se vale del caos antes de crear la supremacía de la perfección.
Nunca te darás cuenta de lo especial que eres y lo especial que es él. Grandes esperados por los que preceden.
Muchísimas gracias por sus palabras, me llenan y nos llenan de ánimo y aliento para continuar en este viaje de luchas y victorias; tal como usted menciona el universo se vale de esta prueba para analizar la perfección de lo que va fluyendo, el punto está en pasar la prueba con frente en alto y ese trabajo nos está tocando a nosotros. Bien claro está que nos cuesta pero de poder, podemos. El intento da fuerza para caer y levantarse.
ResponderEliminarInsisto en agradecer sus palabras ya que nos ayudan muchísimo a continuar por creer en este amor que no es de dos sino de tres. Un amor tan puro y perfecto que el universo se ha encargado de hacérnoslo saber.
Muchas, muchas gracias por su pensar hacia nosotros y gracias por leer y sentir.