miércoles, 26 de octubre de 2011

Manera simple


Tu voz adivina me ronda por la piel,
vas buscando la manera simple
se calarte en mi pecho, sin tocar,
sí, sin tocar mis venas del sentido.

Sigue el sol en mis facciones,
sigo divagando en la banca rota
de las esperas perdidas;
todo sea por tu voz divina.

Estás en mi conciencia
confundiendo las horas
que bailan por tu composición,
porque mi alma te llama.

Esta soledad nos deja fortuna,
sigue brillando en sus esperas,
yo te tengo y me abrigo,
me abrigo con tus labios de alba.

Liberas la libélula intrépida
que despeja nuestro escondite,
mis piernas se detienen a sostener
lo baldío de la reyerta aún en dicha banca.

Mis zapatos siguen con su tacón,
deseo correr entre tus astros,
es el jardín de tu espacio,
de tu cuerpo transeúnte.

Los ojos de tu divina espalda,
resuenan mi aire para perderme
en la rueda que da tu voz adormecida,
y vos solo vas buscando la manera simple.

Shirley Romero

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