domingo, 17 de julio de 2011

Nuestra espera


A: J. R. Gómez

Dejo ese pianista en pie, pinta,
pinta sigiloso y mientras pienso,
pienso en mis pianistas
que dormitan a lo lejos de mi pecho.

He soñado en rodar al revés,
esos círculos del universo a contracorriente,
una fuerza intacta entre sus pinturas
y mis imágenes poéticas sobre ellos.

Las luces no son tan humanas
después de sentir perfección entre tres,
hay ojos que todo lo dicen sin ser abiertos,
el secreto está en saberlo.

El tiempo dicta,
mis pianistas avivan sus almas,
le busco en imágenes y encuentro al pintor
entre un piano de mente y alma.

No sé, quizá escriba,
quizá lea…siento que veo.
No formamos un piano solo por saber de música,
no me formo por serlo, me formo por sentirlo.

Brillan las pinturas ante la intensa
figura de mujer que llevo
en el cuello, cargando las ventajas,
es un hoy, es “la espera” que me anima.

Siento en la imagen mis imágenes
y pienso en el privilegio que me haces sentir
por ellos, por esto, por tanto,
se vive una maravilla entre tormentas.

Sé que llueve en nación de todos,
lentamente las gotas cesarán,
es una promesa de algo que jamás
podría prometer pero me atrevo por hoy.

Esta espera me llena,
me hace sentir lo que se necesita sentir,
ese pianista, pintor, guarda luces dentro,
así las hemos de guardar nosotros, es una espera.

La luna cae despavorida y quizá lloremos,
quizá riamos, quizá pensemos;
hoy enlazo al pintor, a ellos, a nosotros.

Lleguemos a un final,
sigamos en espera,
lo que más se espera al encontrarlo más se ama,
es nuestro tiempo, nuestra espera.

Shirley Romero

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