jueves, 16 de junio de 2011

Luna-azul



“No por ojos azules sino por ojos luna-azul”.

Soplemos rosas, hoy es día de norte;
besemos los silencios, besemos ese sol
que no miente.

La luz envuelve el corazón,
esa luz luna-azul,
esa luz de tus ojos pastel.

Pido tiempo al viento,
que no deje olvidar tu aroma
este dieciséis de seis y mañana de dos.

Hoy me sale de alma,
se viste de rosa un mundo
cuando tocamos el faro de su cuello.

Vuelve a sentir miedo, yo sentiré
en seis dos, un dieciséis y un diecisiete,
ese brillo de tus ojos luna-azul.

Recuerdo ese muro escrito,
frase corta, respuesta aún más corta,
guardando silencio para iniciarle juego a la vida.

Ellos no me verán igual…
ya me saben, o, ya me sabe,
qué sé yo, ambos sabemos.

Siempre implico el tema,
espérame para salir, caigamos
en el núcleo del mes sexto.

No encuentro manera alguna
de olvidarte, olvidarme, olvidarnos,
ojos de luna-azul.

A dos de un diecisiete,
a un paso de mirarte y nuevamente
soltar el abrazo intacto que detiene tiempos.

Escribiré un aire que te tome hasta el final,
quiero ver si llueve,
el camino será largo para caminar.

Hoy te tengo de por vida,
me tienes, nos tenemos,
tendremos ojos luna-azul.

Shirley Romero

miércoles, 15 de junio de 2011

Por si entendieras



(En este passage du silence)

Quiero un reloj sin tiempo,
regalarte el campo del universo.
Quiero un camino largo
y poder no-caminar.

No es suficiente creer,
esto puede suceder.
Despertemos una vez más,
se vale soñar despiertos.

Ya no hay sueños,
todo se cumple,
hablemos en frases que,
de todas formas, nadie entenderá.

Y ¿aún me entiendes al leerme?
Esta vez no te escribo a ti,
no le escribo a él, no me escribo,
esta vez: escribo.

Esta melodía te confunde,
miro esos extraños movimientos
que levemente lo encadenan
y vas jugando con sus sabidurías, ya lo sé.

Esta vez no me quedan ganas
de ser directa.
Los abrazos se llevaron la noche,
hoy pienso en ambos, ¿seguimos el juego?

En mi mente ya nada es igual,
cabe pensar que me piensas
no sé por qué.
Tengo nombre, lo sabes, en fin, en fin.

Mírate, ya no nos sentamos al lado contrario,
¿me entiendes la frase subliminal?
No sé cómo serte directa si con acertijos
me sigues comprendiendo, ya no sé.

Hoy mejor no escribo,
me quedo con las manos mudas,
el silencio de alma a veces hace pensar
en ese oscuro trayecto de salir de este mundo.

Mira, ¿cómo te diré?
a veces se llora en silencio
pero comprendes esas lágrimas
y él más-¿él?-dirás; prefiero que descubras.

Este es mi juego mental
ya que te leo sin haberte visto
ni en los rumbos extraños
de este enfermizo mundo.

No viniste, esta vez no,
no sé, señor, no sé…
de esto se trata el escribir
no el escribirte, esta vez no entenderás nada.

Te dejo con la duda:
¿a quién le escribo?
Lees nuevamente mi escondite
pero esta vez no, esta vez no.

Shirley Romero

domingo, 12 de junio de 2011

Fin de la búsqueda



Te siento en mis sueños tomando el te,
me levanto a desarrollar un plan maestro.

Dos lunas en este universo, colgantes,
irrumpen este sueño real.

He perdido el sentido
de seguir buscando, todo lo encontré.

No podré guardar silencio de este sentir,
descubro que me abandonó la antigua razón.

Soy atracción de pasajero, pero esta vez
el forastero quedó frente a mis labios.

Dicen que la vida perdida en felicidad
no es vida, acá estamos para sufrir juntos, si toca.

La historia sigue, no queda más qué decir.
Dame un lugar en tu corazón de mundo interno.

Sintamos esta vez, esta vez por siempre,
me voy, no vuelvo más, me voy a tu alma.

La vida dio lo mejor de sí, me habló al oído,
puso en mis manos su caballero perfecto.

Hoy solo pienso, quise una vez amarte,
hoy, te amo, trillado pero real.

Hay un hombre perfecto,
caminando por las calles; fin de la búsqueda.

Shirley Romero

martes, 7 de junio de 2011

Jazz nocturno



Este jazz será nocturno por un amor epíteto
se vuelve en almas de árbol; así inicia la historia.

Llamas por equivocación,
cuelgo tres veces y contesto sin querer.

Armas un escándalo entre mis silencios
y tan solo respondo sobre mi ciudad.

Ríes a carcajadas y un tanto nerviosa
me abrumo por primera vez ante alguien.

Creas un alma de árbol en mí, sueño con saberte
cada día y tan solo es primer noche de jazz.

Este oráculo sinfónico que entrecruza
estas paredes de nuestras almas, formó vicio.

Siguiente mañana: llamas, ya sin equivocación,
aún con pena, yo con nervios.

Un silencio transoceánico
de tres horas por mañana, risas, historias, más vida.

Germinaban las canciones, las que soñaba,
te bañaban mis poemas y ese reloj de arena se detuvo.

Aún te bañan mis palabras,
sugieren tu nombre ante todo.

Bailemos de por vida este rumbo
que da el jazz nocturno, mi amado.

Hoy te escribo, mientras el vendaval
transcurre por nuestros cuerpos.

Tenemos secretos, ideas, sueños,
metas, realidades…vivamos.

Quizá me llames equivocadamente una vez más,
querré bailar contigo de por vida…

(este jazz que apenas nace).

Shirley Romero

Conocimiento regular



Una película sabe hacerme llorar,
después de respirar,
no quiero volver a hablar.

Coleccionemos esas cartas,
no olvidemos ya
las mañanas de charlas.

Ando silbando entre princesas,
los silencios me cuelgan al verles fumar,
no quiero volver a hablar.

Qué alegría más tonta
verte marchar,
te viví como una idiota, aún te vivo.

Mi cabeza vuela en este rango
de márgenes y qué bueno tenerte,
cada día, en esta música de soles.

Un trago pasional de semana
no sale de mí, los tres estamos mal, es este crimen
en el que ninguno deberíamos jugar.

Perdamos el ritmo,
no me importa ser enemigo,
no es mi plan maestro.

Harta de no soñar,
todos somos iguales,
todos tenemos algo que ocultar.

Están a salvo tus palabras,
por hoy, por siempre,
por la vida.

Una vez más demos todo,
que nos sobre respirar,
yo te cuido.

Miremos las dudas con la espalda,
refrenemos su dolor,
somos dos para uno.

Estas músicas se intensifican,
todo, poco, todo es poco,
no es magia, soledad, silencio.

No rompas mi cabeza,
esto no es de tristeza,
son solo muros que sobrepasar.

No necesitamos mediocridad,
no es de armas, es de paz,
ya no permito dogmas marchitos.

Esto se basa en la música
de nuestros ojos, Esa luz constante
e inmovible que critica el hombre.

Vayamos a un más allá
por estas semanas rotas, más los velos
del cuerpo han de caer desnudos.

Shirley Romero

lunes, 6 de junio de 2011

Enredos al dormir



Los dragones de mis barcos van muriendo
y vos dormís a destiempo.

Es insuperable escribir una canción
a ver qué sale, ojos cansados tras cristales.

Queda una noche para amar más,
el último baile, quizá el primero, es un juego mental.

Tomás mi mano, enredo las frases,
versos, como querás ver, yo solo escribo.

Estamos ciegos, viajamos en trayectos
de mil veces, todos tienen celos.

Nos diluyen el magma de mis mentes,
ya van cien mentes en un ciclo de segundos.

Sí, supongo en entre susurros te reís
de mis palabras en conjunto, rudas.

Tomo un café que jamás ha de apetecerte,
lo odiás y ¿qué haré yo? Morir, será.

Canto una pieza de garganta hacia adentro,
sin que me escuchés ya la cantás.

La cama da mil vueltas
y nuestra cabeza va a compás.

El secreto nos persigue,
la mesa está preparada, hay vino por hoy.

En lo menos esperado,
ten paciencia.

Dormí, hoy estás cansado,
el día inició a oscuras, yo aún dormía.

No querés nada,
solo bailar por siempre este tango de azul.

Cierro mi boca, vos los ojos,
cae la noche, vayámonos.

Shirley Romero

viernes, 3 de junio de 2011

Que mi canto te cante, te haga sentir



(In my place.)

Hoy no fue mi día,
quizá tampoco el tuyo.

Guardemos silencio,
no hay nada en mi defensa.

La mentira fue tragada,
el tiempo pasó más rápido
de lo que un humano logra percibir.

Llega un fin en todo,
años que no guardan rencor
pero ya lo olvidaba, hasta esa mirada.

Llegamos a tener nombre,
la música ya no era fría,
se tornan un cuento mis fobias.

Toca la lluvia a mi puerta,
abro la ventana de tus ojos y caen
las mil respuestas ya sin pregunta en hombro.


No podría comprar una rosa,
no podría recitar un poema sin ser escrito,
arrojé la llave en mi paz mental.

Tengo un rechazo del mundo,
el repudio de amor
y da lo mismo, si me conocieran.

Volteo mi cara, siento lástima,
no por mí, no por nadie,
parece.

Así, ser un ciclo,
necesito un clamor,
nunca entendí la manera.

Me haría feliz tu cantar,
que mi cantar te haga sentir,
sin angustias.

Hace falta un plan, astucia.
Demos tiempo a las lluvias de mar
intercalando nuestro pecho desnudo.

Nunca entendí la manera de evitar,
esta vez no podré detenerme,
extraños pasos me roban el cuerpo.

Mucha frase para poco entendedor,
hoy me silencio ya que llueve y el agua,
hace caminos tras mi espalda.

Shirley Romero